Mientras haya más como este hombre...

Desde hace tiempo circula por Internet este vídeo, que dice verdades como derechazos de Rocky Balboa.

Si hay más hombres como él (y sobretodo si hay más en el ejército), aún queda esperanza...

Él es Myke Prysner, veterano de guerra de Irak:

El 2003, en pleno Iraq, Myke escribió una carta a Michael Moore, el director de Fahrenheit 9/11. Un fragmento:

“He derribado estatuas y destrozado retratos mientras usaba una bandera norteamericana en mi manga, y luchaba por aprender a entenderlo. Me uní al ejército en cuanto tuve el mínimo de edad -rechacé una beca de escritura en una universidad estatal para servir a mi país, listo a morir por los ideales que aprendí a amar. Dos años después me encontré a punto de desembarcar en una pista aérea negra como la noche, listo a atacar a un país en el cual yo no creía que debía estar… Durante todo el tiempo que he estado en Irak he estado buscando ideas para convencerme de que puedo sentirme orgulloso de mis actos, que yo era parte de algo justo. Pero no importa qué argumento encontraba a favor de la guerra me venía a la cabeza la imagen de mi comandante en jefe que sonríe con presunción mientras piensa que ha engañado a un país”.

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Ojalá haya más como él. Es una utopía, sí, hacia donde apunta Myke, pero es la dirección correcta.

Hay gente que odia las utopías, pero creo que su existencia ayuda a mejorar el mundo, porque aunque nunca lleguemos a conseguirlas tenemos una dirección en la que movernos. Y ésta es la dirección correcta.

Después de tanta crisis, económica, de valores, existencial y bélica... parece bastante improbable que ningún conflicto armado logre ahora nada que no haya conseguido nadie con varios milenios de conflictos armados.

Creo que argumentos como el de "la paz es una utopía que todos queremos y la guerra es un mal que nadie quiere, pero que a veces es inevitable para defendernos, no podemos dejar morir en un conflicto a nuestros ciudadanos por no tener defensa nacional", son insuficientes después de tantísimos años y tantísimas guerras que demuestran sobradamente que la posesión de armas nunca ha minimizado los daños en una guerra, ni ha servido para alcanzar la paz.

Y éstos serían los argumentos más "sensatos" dentro de la insensatez generalizada, porque a fin de cuentas buscan un bien para las personas de cierto país... Ni hablar ya de conquistas, colonizaciones o intereses económicos que son los que mueven el mundo.

Pero incluso los "sensatos" deberían revisarse. Una "defensa armada" no creo que provoque menos bajas que una "defensa no-armada". La sensación de inseguridad será más alta, pero la realidad muestra que las víctimas siguen existiendo, se luche o no. ¿Para qué agravar el mal?

No existen los "ejércitos liberadores de países". Quizá exista como idea, algo pueril y romántica de libro de aventuras barato, pero en la realidad estos "ejércitos liberadores" están formados por esa gente que ha aprendido a no pensar ni preguntar, que son lanzados a un mundo de carnaza que los destruye por dentro en virtud de un patriotismo mal entendido.

El otro día salió en el magazine de LaVanguardia un reportaje sobre una entrevista entre un comandante norteamericano y unos líderes tribales de la etnia de donde proceden los talibanes en Afganistán. El diálogo da muchas pistas del problema real "sobre el terreno": el largo tiempo que necesitan las tropas para entender dónde están, quienes son la gente de los pueblos, qué cultura tienen y cómo se les tiene que tratar. Y cuando lo hacen a veces es demasiado tarde: demasiados daños colaterales, inocentes muertos por error, secuestros y violencia gratuita... Y eso que el diálogo era muy formal, correcto, con respeto por ambas partes... Es decir, que ese comandante sí entendía unas cuantas cosas, e intentaba ayudar de verdad.

No hay utopía que lleve sus respuestas consigo... el problema es no hacernos ni siquiera la pregunta adecuada.

Por eso se necesita gente así, como Myke, que ayude a recordar y a hacernos esas molestas preguntas...