domingo, 21 de abril de 2013

La isla de Bowen

Hace un par de días terminé esta novela de César Mallorquí.
Fue el (merecido) premio EDEBÉ de literatura juvenil del 2012, pero creo que puede leerlo cualquiera entre 10 y 99 años. He aquí la reseña.

La isla de Bowen

Autor: César Mallorquí




Año: 2012





Género: Aventuras





Argumento (contraportada):

1920. Todo comenzó con el asesinato del marinero inglés Jeremiah Perkins en Havoysund, un pequeño puerto noruego situado en el Ártico, y con el misterioso paquete que, antes de morir, Perkins envió a Lady Elisabeth Faraday. O quizá la historia empezara antes, cuando se descubrieron unas extrañas reliquias en el interior de una viejísima cripta medieval, pues fue precisamente una de esas reliquias imposibles la causa de que el malhumorado profesor Ulises Zarco, director de la sociedad geográfica SIGMA, se embarcara en una aventura inimaginable a bordo del Saint Michel. Tanto Zarco como su ayudante, Adrián Cairo, han recorrido el mundo enfrentándose a toda clase de peligros, igual que el capitán Verne y su tripulación, o el joven fotógrafo Samuel Durango, e incluso las dos damas inglesas que les han solicitado ayuda; pero ninguno de ellos estaba preparado para afrontar el temible misterio que envuelve a la isla de Bowen, más allá del Círculo Polar Ártico.

Porque, como decía Sherlock Holmes: «Cuando se ha eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad».

Mi Crítica:

SIN SPOILERS

Siempre me ha gustado César Mallorquí como escritor (hijo del creador del Coyote, José Mallorquí). No he leído todas sus novelas pero sí unas cuantas. Tiene un estilo claro y fácil de seguir, con argumentos directos "que entran por los ojos", y sin pretender dar vueltas y vueltas a las cosas consigue que pases un rato entretenido.
Pillé el libro de la biblioteca por el autor, y también por el argumento (este tipo de sinopsis me pueden). Y en parte, para descubrir un poco la técnica literaria del escritor. 

El libro es una vuelta a los clásicos en el mejor sentido posible. Leyendo La isla de Bowen relees a Julio Verne, a George Wells, Arthur Conan Doyle y Stevenson. De hecho esta era la intención del propio autor: recordar sus propias lecturas que de pequeño le avivaron la imaginación ante peripecias de todo tipo y maravillas por descubrir. Un viaje peligroso a un lugar inhóspito, la leyenda medieval de un santo que vio cosas sorprendentes que no supo entender, códices antiguos, criptas misteriosas, ruinas milenarias, una carrera contrareloj, aventureros dispuestos a todo..., la esencia del género.  
Y es juvenil, del mismo modo que Viaje al Centro de la Tierra lo es: prácticamente no tiene edad, excepto la requerida para seguir un poco el argumento a lo largo de más de 500 páginas.

Creo que su mayor acierto, además del argumento en sí mismo, es el equilibrio aventura/misterio/personajes: cuando un elemento decae otro toma el relevo, de forma que no te aburres.

Un ¿defecto? quizá sería que tarda en arrancar y se toma su tiempo dando detalles de la época, los personajes y los preliminares. Sin embargo a mi me ha gustado. Un buen libro tiene un in crescendo en la narración, y éste lo tiene: sin anticlímaxs ni bajones súbitos va tomando pendiente hasta un estallido de fuegos artificiales como dios manda.

El final puede descolocar a algunos pero a mi me ha gustado, una vez superada la sorpresa inicial acerca de los misterios de la isla.

Otro defecto es que el autor a veces se ha pasado un poco con los "cameos" de personajes famosos, en particular una nota escrita por uno de ellos en unas ruinas que descoloca un poco, pero de todas formas es un "pecado" menor que muchos cometeríamos en una ocasión similar.

Acerca de los personajes, los principales son: Zarco, Durango, Cairo, Elisabeth, Kathy, García, Verne y el villano (no destripo nada, queda claro bien temprano) Ardán. Luego hay algunos secundarios que se mueven por ahí con nombre y apellido de los que nunca terminé de formarme una imagen mental clara, pero tampoco importa mucho. La mayoría son arquetipos, pero estan bien utilizados.
  • Zarco es el alma de la función, y si bien es bastante arquetípico, tiene fuerza y carisma. Es una mezcla consciente e interesante de Dr Lidenbrock, Dr Challenger y Haddock, egoista, misógino, insoportable, con mal humor, pero arrojado, valiente, inteligente y en el fondo con un buen corazón. 
  • Durango es su contrapartida de noble corazón, el Axel, Malone o Tintín de la historia, y funciona muy bien dentro de ella, llegando a ser además vital para el desarrollo de la aventura.
  • Cairo es el arquetipo de aventurero "de combate", el colaborador y mano derecha del profesor, quizá una mezcla de Hans y Lord Roxton. No tiene un carisma tan elevado como los demás pero sirve como compañero leal.
  • Elisabeth es el arquetipo de Irene Adler, la "mujer", la que vuelve del revés el mundo de Zarco por tener su misma tenacidad, inteligencia y orgullo, aunque en este caso revestida de una educación casi cortesana. Los piques entre los dos estimulan la narración. Un defecto es que es un personaje demasiado perfecto en todo, no es creíble que sea experta en tantos campos. 
  • Kathy es la joven decidida y de buen corazón, tierna pero con garras de tigre si hace falta. 
  • García encarna al típico científico algo cobarde al que la aventura le viene demasiado grande y sobrevive como puede mientras colabora con sus conocimientos científicos.
  • Verne es el capitán del barco y actúa como tal, experto en temas marítimos y celoso de su navío y tripulación.
  • Ardán es el villano millonario y ambicioso pero cortés en apariencia, tipo Rastapopoulos o el Belloq de Indiana Jones. Es un personaje que si bien es correcto no acaba de ser un antagonista al 100%... aunque quizá sea por exigencias de guión y no tanto por estar mal construido. Durante el transcurso de la novela está totalmente a la altura, pero hacia el final sí es cierto que le ha faltado "algo".

En resumen, un buen libro de aventuras para leer y disfrutar, y más si eres fan de Julio Verne, aunque esto no es condición obligada. Y tanto da que seas adolescente como adulto, se lee igual de bien. Me ha gustado mucho.

Nota subjetiva: 9 de 10.
Más objetiva: 8,5