sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Feliz Navidad!

Esta noche celebramos que la Esperanza de la humanidad está viva y renace cada año en cada uno de nosotros. Los cristianos sabemos que está en un Niño humilde, en un establo humilde y rodeado de humildes. Los que no, la encuentran en cierto modo dentro de sí mismos, lo cual, si se busca bien al fondo, no es muy diferente.
Nos recuerda que hoy, y mañana, y siempre, todos somos hermanos. La realidad nos golpea una y otra vez diciendo que esto son tonterías propias de ingenuos, que la humanidad no puede amarse, que siempre habrá disputas y guerras... pero la realidad la hacemos nosotros, y nosotros podemos decidir pues tenemos libertad para ello... si la buscamos bien.



Estos días son días especiales aunque algunos diran, cual avaro Scrooge, que son llenos de compromisos inútiles, de comidas opulentas y cansinas reuniones familiares. Pero cierto es que podemos hacer que sean así o todo lo contrario, la culpa no es de la Navidad sino nuestra.
La Navidad no obliga a nadie a ser feliz, no quita las tristezas, pero sí que es un aliento para superarlas, un tiempo regalado para vivir con otros ojos. La Navidad ha detenido guerras, ha unido familias rotas, ha ilusionado el corazón de un niño y hecho llorar de felicidad a un anciano. Ha devuelto el honor a un sin techo y la sonrisa a un deprimido... pero todo ello con la ayuda de cada uno de nosotros.
Los milagros existen, pero no se hacen solos. Como diría Morgan Freeman en Como Dios... sé tú el milagro. Porque cuando uno se convierte en milagro Dios actúa a través de él. Vive la Navidad, sé feliz aunque estés lleno de preocupaciones, sé feliz aunque hayas perdido a alguien, sé feliz aunque sea la última cosa que esperarías. Porque la felicidad no es que todo vaya bien, la felicidad es vivir con esperanza y paz a pesar de que no todo vaya bien.


Hoy quiero recordar a todos los refugiados, a los haitianos, a los secuestrados, a los oprimidos por dictaduras, a los que estan en el corredor de la muerte, a los sin techo, a los parados, a los immigrantes, a los que no ven salida, a los esclavos de la droga, a los esclavos de la sociedad consumista, a los adolescentes sin rumbo, a los hijos de familias desestructuradas, a los que ven como sus proyectos se hunden, a las prostitutas que venden su cuerpo porque no tienen más salida, a los deprimidos que creen que la muerte es la única salida y esperan a alguien que les detenga.
Todos ellos son los pastores de hoy, que se reúnen en Belén de nuestro mundo, adorando a un Niño que quieren que viva y que ilumine a la humanidad, que les salve del mal.



Hoy también rezo por los que somos la otra cara del mundo, los ricos, intelectuales, sabios, orgullosos, que nos quejamos de todo y no tenemos tiempo para nada, para que sepamos ver la Estrella en el cielo despejado y nos pongamos en camino para arrodillarnos ante un Niño, para despojarnos de toda nuestra soberbia y como los Sabios Reyes Magos reconozcamos y demos homenaje a un Rey pobre, nacido entre animales, a los pequeños de este mundo, a las cosas sencillas, al amor, la amistad, la sonrisa, la amabilidad, la dulzura en las palabras, la paciencia, la tolerancia y la humildad.

Hoy es Navidad. Y mientras haya la verdadera Navidad aún existe esperanza para el mundo.
Como diría Fox Mulder... si yo abandono ellos ganan. Si las pequeñas cosas se abandonan, las grandes sucumben.

De todo corazón, ¡FELIZ NAVIDAD!

***


El año pasado estuve unos días escribiendo cosas sobre las tradiciones navideñas, podéis recordarlas aquí

miércoles, 22 de diciembre de 2010

El Nombre del Viento

Después de mucho tiempo vuelvo con otra crítica literaria. Hace poco me he terminado el libro El Nombre del Viento, de Patrick Rothfuss y, sinceramente, creo que merece una entrada completa para él.

EL NOMBRE DEL VIENTO




Autor: Patrick Rothfuss


Año: 2007


Características: Primera parte de una trilogía. La segunda parte saldrá publicada en 2011.


Género: Fantasía



Argumento:


«He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.

»Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.»

Mi Crítica:

Después de un argumento como el anterior, lo mínimo es llenarse de curiosidad. Cuando lees eso en la solapa de un libro inmediatamente te entran ganas de saber más de la historia, al menos en mi caso. Lo cual quiere decir que probablemente se trate de una gran reseña para atraer lectores.

Luego vienen las críticas oficiales, que acostumbran a no andarse en términos medios: o intentan destruir una obra o la elevan hasta el séptimo cielo, como es este último caso. Cosa que significa normalmente que debes andarte con cuidado si te las crees, sobretodo si el autor es novel (que también es el caso).
Unos ejemplos de críticas para El Nombre del Viento:

«Patrick Rothfuss me ha recordado a Úrsula K. Le Guin, George R.R. Martin y J.R.R. Tolkien, pero en ningún momento he sentido que estuviera imitándolos. Sin duda El nombre del viento se convertirá en un clásico
The Times
(anda que no están manidas las referencias a Tolkien)

«Tan absorbente en una segunda lectura como lo es en la primera, este es el tipo de primera novela que la mayoría de los autores tan solo pueden soñar con escribir. El universo de la literatura fantástica tiene una nueva estrella
Publishers Weekly
(grandilocuente, ¿verdad?)

«El nombre del viento es una de las mejores historias contadas en cualquier tipo de medio durante la última década. Guárdelo en la estantería al lado de El señor de los anillos.»
The Onion A.V. Club
(y repetimos)

Si tuviera que guiarme con críticas como esas me hubiera tragado ya varios libros de la calidad "Dan Brown", peeeerooo... hubo una crítica que ciertamente sí me picó la curiosidad. Fue ésta:

«No sucede a menudo, pero El nombre del viento de Patrick Rothfuss sí es tan bueno como dicen las reseñas
Locus

Vaya por dónde. 
Así que después de remolonear durante unos meses, al final lo pillé en la biblioteca y me dispuse a darle una oportunidad.
Qué gran, grandioso acierto.
Por mi parte, sí lo pondría en la estantería al lado de ESDLA y de la Historia Interminable. 
Y sí, sí es tan bueno como dicen las críticas. 
Por una vez son ciertas de verdad. Qué pedazo de historia. Qué maravilla de narración y lenguaje. Hacía mucho tiempo que un libro no me atrapaba tanto, ni disfrutaba tanto con él, ni me sentía huérfano de libro al doblar la última página sabiendo que tendría (tendré) que esperar mucho tiempo para saber cómo continuaba la historia (los lectores empedernidos saben perfectamente cual es esa sensación) .

Vayamos al grano.
La historia que cuenta Rothfuss es una historia (probablemente) típica y no excesivamente original. Vaya esto por delante, aunque faltan dos volúmenes para cerrar la trilogía. Su argumento NO es lo nunca visto.
Lo que hace que gane puntos por encima de la mayoría de novelas de fantasía de los últimos tiempos es el gran trabajo del autor en el lenguaje, las palabras, el mimo en las expresiones, las descripciones, el rico y extenso vocabulario que sin embargo no afecta a una narración ágil, el hábil manejo de los tópicos literarios del género fantástico, el cariño que le tiene a los personajes, lo trabajados que estan la mayoría de ellos, tanto que muchos parecen reales...
Pero sin duda, el adjetivo principal es que es mágico. Es de esos pocos libros que tienen una magia especial, que provocan que no solamente los leas con interés sino que llegues a vivir con los protagonistas sus emociones y que entres de lleno dentro de la historia, del mundo, el paisaje y los lugares. Que no solamente leas batallas y diálogos y conspiraciones y montañas y valles y castillos. Que sea capaz de hablar también de la vida, de la belleza, de la lluvia, de la música (pocas veces he visto a un héroe músico), de las hojas del otoño... (la lectura de este libro ha sido comparado a menudo como una intensa caminata otoñal, en la que admiras los colores y los árboles pero tienes nostalgia por el fin del verano y la llegada del invierno).


Ahí sí que se puede medir (quizá no ganar) con los grandes, con ESDLA por ejemplo. Cuando leí ESDLA me fascinó que un tocho empezara casi como un cuento de hadas que te explican al calor de una hoguera, como Tolkien te iba transportando poco a poco a su mundo bello y agridulce, poderoso y a la vez sencillo. Cuando leí la Historia Interminable me fascinó la misma sensación al ver a Bastián sentado en la buhardilla de la escuela leyendo su libro mientras abajo iban pasando el tiempo y las clases.
Patrick Rothfuss lo ha vuelto a conseguir con su novela: su historia es prácticamente un "Érase una vez", contada en primera persona por el propio protagonista, y lo mejor: una historia que se intuye que no está terminada al momento de contarla. El escenario: immejorable. Una vieja posada con el sugerente nombre Roca de Guía, situada en un pueblo pequeño y aislado, un rincón al lado de una chimenea, un hombre que esconde su nombre, Kvothe, dispuesto a contar su verdadera historia por primera vez, y dos interlocutores dispuestos a escucharle: su enigmático sirviente Bast y el viajero y escribano Cronista, que pondrá por escrito la historia, es decir, el propio libro que lees.
Aquí ya se ven elementos de Tolkien y Ende, aunque no proceden ni afectan al argumento sino que son propios de la ambientación: he ahí el gran acierto de Rothfuss. De hecho, el libro entero transmite la misma sensación de calma tensa, y al mismo tiempo día otoñal y lluvioso, que el grandioso capítulo de ESDLA titulado "Una ventana al pasado" (cuando Gandalf le explica a Frodo en Bolsón Cerrado la historia de Sauron y el Anillo).

La narración se divide en dos tiempos que se van intercalando, más o menos como gran parte de la Historia Interminable: un tiempo presente en la posada donde se cuenta la historia, y un tiempo pasado que es la propia historia. La gracia del asunto es que el autor mezcla y dosifica muy hábilmente la información y la tensión, porque no solamente ocurren cosas en el pasado (la historia que cuenta) sino que también en el presente suceden hechos enigmáticos y perturbadores que se van entretejiendo y van dando pequeñas pistas de partes de la historia a las cuales Kvothe aún no ha llegado (lo cual te pone en tensión con el "qué va a pasar") y al mismo tiempo confirman la sensación que lo que está contando el personaje aún no ha terminado.

La línea argumental usa referencias muy variadas. Tolkien y Ende. Úrsula K. LeGuin también (su saga de Terramar y su archiconocida teoría de los nombres). Harry Potter (con su Hogwarts particular: la Universidad). Pero también hay similitudes con otros géneros, véase Oliver Twist de Dickens, o la picaresca del Lazarillo de Tormes, incluso algo del humor de Prattchett. Lo bueno es que ninguna de esas referencias es forzada ni desluce la obra, más bien al contrario.

El mundo presentado en la novela es un mundo medieval con aires celtas bastante típico. De todas formas, no se trata (al menos en esta primera parte) de un libro de "viajes" al estilo ESDLA o Eragon. La acción transcurre sobretodo en ciudades y localizaciones concretas, y si bien hay viajes, no son a lo desconocido (al menos hasta ahora). Tampoco es un libro de batallas entre ejércitos (al menos hasta ahora), sino de personajes que sobreviven en un mundo que les pone a prueba. El mundo de El Nombre del Viento también es muy realista, y puedes llegar a sentir el barro de los caminos. La magia está presente de formas bastante sutiles y no se muestra a cada momento, así que cuando aparece conlleva una subida de la tensión muy agradable.

Los personajes son muy sólidos y potentes. En particular, el protagonista. Así como Harry Potter aparece deslucido frente a los secundarios, aquí no. Kvothe es un grandioso personaje, muy atrayente, es inteligente, orgulloso e incluso obstinado, intrépido, muy hábil, heroico en algunas ocasiones, pero también muy humano, con miedos, inseguridades y muy vulnerable al daño externo, físico y psicológico. Es un personaje que si bien sabes que no va a morir mientras dure la historia porque es el mismo que la cuenta, sí que provoca que te preocupes por él y por lo que le ocurrirá a continuación.
Hay otros personajes importantes pero no quiero destripar nada del argumento.



En fin, una novela de fantasía de la buena, con un desarrollo de lo más atrayente, y si bien hay algun trozo que se alarga demasiado y se hace tedioso (eso lo tenía también ESDLA y en general cualquier libro de más de quinientas páginas), muy ágil de lectura.

Mi puntuación: 9 de 10.

Para terminar, un fragmento al azar:


Unas horas más tarde, el posadero, plantado en la puerta de la Roca de Guía, descansó la vista contemplando la oscuridad. Retazos de luz procedentes de las ventanas de la posada se proyectaban sobre el camino de tierra y las puertas de la herrería de enfrente. No era un camino muy ancho, ni muy transitado. No parecía que condujera a ninguna parte, como pasa con algunos caminos. El posadero inspiró el aire otoñal y miró alrededor, inquieto, como si esperase que sucediera algo.
Se hacía llamar Kote. Había elegido ese nombre cuidadosamente cuando llegó a ese lugar. Había adoptado un nuevo nombre por las razones habituales, y también por algunas no tan habituales, entre las que estaba el hecho de que, para él, los nombres tenían importancia.
Miró hacia arriba y vio un millar de estrellas centelleando en el oscuro terciopelo de una noche sin luna. Las conocía todas, sus historias y sus nombres. Las conocía bien y le eran tan familiares como, por ejemplo, sus propias manos.
Miró hacia abajo, suspiró sin darse cuenta y entró en la posada. Echó el cerrojo de la puerta y cerró las grandes ventanas de la taberna, como si quisiera alejarse de las estrellas y de sus muchos nombres.


domingo, 5 de diciembre de 2010

Harry Potter and the Deathly Hallows Part1 - Crítica

Vamos a por la crítica, que si no se me olvidará la película después de tantos días.

En esta última entrega la dirección contínua a cargo de David Yates, quien hizo la quinta y sexta películas, y el mismo guionista (Steve Kloves). En esta ocasión, sin embargo, la propia J.K.Rowling ejerce de co-productora, así que era de esperar una fidelidad a la novela mínimamente decente.

¿Cuál ha sido el resultado?



SIN SPOILERS

Pues efectivamente, se trata de una de las películas más fieles al libro de toda la saga.
El film goza de un equilibrio entre escenas "inventadas" y escenas "literales" bastante acertado (con alguna pequeña excepción), sin saltos demasiado bruscos y sí con bastante lógica.
En líneas generales se trata de una película mucho más adulta que sus antecesoras. En eso ayuda el propio argumento, puesto que Harry y sus amigos no asisten a Hogwarts esta vez sino que huyen contínuamente de todo el mundo para evitar ser capturados por los secuaces de Voldemort. La tensión de un mundo mágico entrando en el caos de la guerra, con el Ministerio de Magia tomado por partidarios encubiertos de Voldemort, recortes de libertades por todas partes y ataques indiscriminados provocan un nerviosismo en los protagonistas que pone a prueba su amistad y sus convicciones. Es la película en la que el trío protagonista tiene una relación más profunda y elaborada, gracias a la ausencia casi absoluta de personajes secundarios en la mayor parte del metraje.
La música acompaña bien todo el entramado, es muy correcta pero no llega a ser ninguna obra maestra. Sin embargo, si hay algo por lo que destaque Harry Potter 7 Parte 1 es por su espléndida fotografía y sus paisajes: la campiña escocesa, los bosques nevados, las tierras de nadie en medio de ninguna parte, las puestas de sol...

Aunque no todo son aciertos. El principal fallo de la película, quizá insalvable de todas formas, es su ritmo. Es la unión de dos géneros totalmente dispares: la aventura-acción y el drama intimista. El film empieza con mucha adrenalina, con persecuciones, duelos y batallas, mientras al mismo tiempo se introducen y empiezan a desarrollar dos o tres líneas argumentales como si de un mecanismo de relojería se tratase. Pero hacia la mitad de la película, cuando los protagonistas adquieren una rutina de huida más o menos estable, el ritmo se desploma en picado, y lo que durante la primera media hora u hora se apuntaba en escenas rápidas, se desarrolla con la pasividad de una película contemplativa, hasta el punto de provocar tedio.
Por otra parte está el tema del clímax. David Yates, por lo visto en las dos últimas películas, acostumbra a pinchar en los finales. Por suerte en ésta última no "pincha", el final está bastante acertado, pero sin duda el clímax final no llega al nivel adrenalínico de los primeros minutos. Sin duda pesa mucho el tema de ser un final "Continuará", ya que el argumento vuelve a remontar en la segunda parte, en la cual espero ver por fin toda la épica del último libro que falta en esta primera parte.

En general pues, una buena película, muy fiel al texto original, con un tratamiento de la historia diferente respecto al resto de la saga y con fallos de ritmo, que sin embargo deja con ganas de más. El julio que viene, el final.

HASTA AQUÍ SIN SPOILERS

***

A PARTIR DE AHORA CON SPOILERS

Cosas que me han gustado:

- La escena inicial con Hermione alterando la memoria de sus padres y borrándose a sí misma de ella.
- La forma de introducir personajes y situaciones olvidados en otras películas: en minuto y medio nos presentan a Bill Weasley (conocido ya de sobras en los libros), nos informan de su inminente boda con Fleur (conocida desde el sexto libro, aunque no película), nos presentan a Mundungus Fletcher (personaje casi clave en el sexto libro, desaparecido de la correspondiente película), y nos explican la relación de pareja formada por Tonks y Lupin (también conocida desde el sexto libro, y no en la película). El guionista ha salvado la papeleta con sudor y lágrimas, aunque el problema persiste para los no lectores: es imposible captar tanta información de golpe que además no es crucial.
- La escena de los 7 Potters por el aire, en particular las peripecias de Hagrid con la moto (alteradas respecto del libro).


- La llegada a la Madriguera. George Weasley fantástico y colosal.
- La escena del ministro y el testamento, muy fiel.
- La madurez y seriedad de los personajes protagonistas. Sus diálogos, la filosofía, la reflexión. Una escena como la de Ginny pidiendo a Harry que le ayude con el vestido, que dos películas atrás hubiera sido saldada con un silencio incómodo para que el espectador se quedara viendo los caretos de los actores, aquí se aprovecha para un diálogo de lo más serio. Aunque como siempre, me quedo con Ron y Hermione (Rupert y Emma) como mejores actores que no Harry (Daniel). En particular Ron por fin se independiza del título "amigo de Harry" para ser un personaje propio y lo hace con mucho acierto.
- Durante la boda, la forma inteligente de introducir la cara de Bathilda Bagshot (una foto en su propio libro, ojeado superficialmente por Harry), para que el espectador la reconozca después a media película.
- Kreacher.
- La adaptación de la penetración, peripecias y huida del Ministerio, muy interesantes los detalles de la sala de los juicios, con los dementores vigilando en el techo pero cautivos por el poder de los patronus vigilantes (no se explica pero se aprecia).
- Los paisajes. Los momentos de calma contemplativa, si bien rompen el ritmo, me gustaron.
- La discusión y la deserción de Ron, y el dolor de Hermione.
- Godric's Hollow: todo, la iglesia, el cementerio, el pueblo "postal de navidad", la casa de los Potter y la "pesadilla antes de Navidad" en casa de Bathilda.
- La escena de la cierva, el horrocrux y la vuelta de Ron, con su enfrentamiento con el fragmento de alma de Voldemort. La escena perturbadora y érotica de Harry y Hermione, que refleja muy bien a nivel conceptual y técnico la parte oscura de Ron.

- El portentoso y genial cuento de las Reliquias de la Muerte, su diseño de animación es una pasada. De lo mejor de la película.
- La tensión en los calabozos de la mansión Malfoy mientras se oyen los gritos -desgarradores- de Hermione al ser torturada por Bellatrix.
- Dobby, sus acciones y su valerosa muerte. Las dudas de Draco. La crueldad de Bellatrix.

Cosas que no me han gustado:

- Tantas explicaciones rápidas para poner en situación a los espectadores.
- La muerte de Ojoloco apenas se menciona, como si fuera alguien a quien apenas conocen.
- Justo después de la boda de Bill y Fleur las escenas van demasiado deprisa, si bien ayuda a mantener la tensión, producen confusión.
- Por el contrario después del Ministerio, todo se ralentiza demasiado, aunque como ya he dicho, es una opinión general, porque personalmente sí me gustó esa parte lenta. El problema principal es que son escenas "lentas" una detrás de otra, se repiten demasiado.
- Las escenas de las visiones de Voldemort en la mente de Harry: si bien son una buena adaptación y fieles al libro, son muy rápidas, confusas y sin ninguna explicación al espectador, que a menos que se haya leído el libro la semana anterior lo tiene crudo para entener qué ocurre.
- La cosa que menos me gustó de la película: el estúpido baile de Harry y Hermione en la tienda dando a entender que realmente hay algo entre ellos, y mucho menos después de un suceso tan doloroso como la pérdida de Ron. Si hubiera sido realmente un baile pera descargar tensión y alegrar el ambiente me hubiera gustado, pero las miradas románticas sobraban muchísimo.
- La "suave" tortura de Hermione: en el libro queda mucho más traumatizada, y además Bellatrix no es Umbridge para hacer esos castigos de escuela inquisitorial. No se corresponden las heridas de su brazo con los terribles gritos que pega mientras Harry y Ron están en las mazmorras.

FIN DE LOS SPOILERS


NOTA FINAL: 
Un 8 siendo subjetivo. 
Siendo más objetivo, un 7.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El Papa Benedicto XVI en Barcelona

No, no es mi crónica de cómo he vivido la visita del Papa. Es la explicación de por qué NO he ido a verle. Me ha salido algo largo, pido disculpas por la extensión.



Este fin de semana Santiago y Barcelona se han puesto patas arriba en todos los sentidos ante la llegada de Benedicto XVI. El Papa ha visitado Santiago de Compostela primero y luego ha venido a mi tierra para dedicar el templo de la Sagrada Familia.

A pesar de ser creyente no he ido a Barcelona a verle. Mi opción ha sido criticada por varias personas también creyentes que no conciben cómo puedo formar parte de la Iglesia y no ir a ver el Papa en lo que es, sin duda, un acto profundamente eclesial.

Mi decisión es la suma de muchos factores. Uno de ellos es, vaya por delante con toda humildad, la pereza. Pero no es el único ni el más importante.

Soy cristiano católico, pero de católico tengo la tradición y pocos puntos más. Tampoco es que sea protestante, ortodoxo, evangélico o anglicano, y tampoco intento traicionar la esencia de mi catolicismo. Cada una de las confesiones cristianas tienen sus pros y sus contras y además esto tampoco es un mercado como para ir mirando cuál me gusta más.
Aunque me gusta pensar que simplemente soy cristiano a secas.

Para mi el Papa es una persona profundamente religiosa y espiritual que lleva consigo unas cuantas cargas extras que sobran. Benedicto XVI en concreto me parece un grandísimo teólogo, cuyas encíclicas (o al menos lo que he leído de ellas) realmente ahondan en la fe y ayudan a caminar hacia Dios. Además, es muy inteligente, pese a los patinazos que a veces comete en sus declaraciones. Todo el mundo se acuerda del tema de los preservativos o del aborto, temas polémicos cada vez que salen, a veces tratados con poca sensibilidad, pero pocos se acuerdan de los acercamientos a otras confesiones o incluso a otras religiones como el Islam. Muchos le achacan las culpas del tema de la pederastia cuando su comportamiento ante este tema ha sido , quizá no perfecto, pero sí bastante correcto y adecuado.
Considero por otra parte que el Papa es un legítimo representante de la Iglesia, o como mínimo veo positiva la existencia de un representante para esta Iglesia.

Por otro lado el Papa es una persona como las demás. Su Santidad no es más ni menos santo que cualquier otro cristiano o cristiana, o como mínimo se trata de un tema que únicamente Dios puede dilucidar. Repito, por si no ha quedado claro: el Papa es hijo de Dios exactamente igual que lo soy yo. Ni más hijo de Dios ni menos, ni el "hermano mayor" de los hijos de Dios (que en este caso sería Jesucristo) ni nada por el estilo. Decir lo contrario sería anticristiano.

Su cometido, en calidad de representante y por lo tanto también servidor (los primeros "obispos" o "servidores" eran el grupo de "organizadores" de las primitivas comunidades, atentos a sus problemas y portavoces de sus inquietudes; algo olvidado a menudo) es dar pistas, indicaciones, sugerir senderos para un mundo mejor a partir de la espiritualidad cristiana. Su trabajo, me parece, está en intentar hacer de profeta: ver el mundo, sus problemas, contradicciones, sus avances y aciertos, sus desgracias e injusticias. Con su proximidad en la fe con Dios intentar ayudar a la gente a mejorarlo y al mismo tiempo dar testimonio de esta fe que le lleva a creer que Dios existe, que nos ama a cada uno de nosotros y que quiere que a través de nuestra libertad sepamos acercarnos a su ideal de amor. Es una gran y bella responsabilidad.
Para ella cuenta con la ayuda de Dios, pero también con su propio bagaje sociocultural y espiritual. Este bagaje está formado, como el de todas las personas, por convicciones más o menos acertadas, algunas válidas para constituir un "precepto o dogma" a seguir por la Iglesia en general (haciendo uso siempre de su libertad y nunca bajo coacción), otras solamente válidas para un tipo concreto de pensamiento cercano al suyo. Lamentablemente a menudo es difícil distinguir unas de otras, y de ahí la mayor parte de deslices en sus declaraciones, cuando antepone un cierto tipo de pensamiento antes de una reflexión más profunda; y todo esto sumado a su edad, en la cual poca flexibilidad cabe para aceptar nuevas percepciones de la fe.

Me dijo una vez un sacerdote muy sabio: la Iglesia dice una serie de cosas. Si las dice es porque hay una muy buena razón para decirlas (y eso también es importante, que muchos que critican "lo que dice el Papa" tendrían que saber exactamente por qué dice tales cosas, en base a qué y con qué intenciones reales, porque la superficialidad abunda). Pero, concluía el sacerdote, al final está siempre la conciencia de cada uno, y Dios es mucho más grande que la Iglesia.

En otro orden de cosas, considero un error que el Papa, además de representante (no líder) espiritual, sea un jefe de Estado. Considero un error la gran parafernalia construida alrededor de su figura, de sus movimientos y de sus viajes, por más necesarias que sean las medidas de seguridad.
Considero un error darle al Papa trato semidivino. Ningún creyente de España que haya estado en Santiago o en Barcelona admitirá haber hecho tal barbaridad, pero incluso así, sin darse cuenta, el trato "cariñoso" elevado a la enésima potencia y rodeado de la mayor de las mediatizaciones se transforma en adoración de ese calibre, al menos en su forma externa. En el fondo estan la fe y la conciencia de cada uno.

Por todo esto, y porque no soporto las horas largas en medio de multitudes, ni los atascos monumentales ni la sensación de agobio, no he ido hoy a ver el Papa en Barcelona. Me hubiera sentido mal, no hubiera sentido esa comunión entre creyentes, esa "estar todos a una", ese "formar parte de algo más grande que nosotros", mejor aún, esa "tierna complicidad" entre personas que participan de unas mismas creencias. Todo esto yo lo experimento en comunidades más pequeñas y humildes, con menos gente y por lo tanto más cercana.

Respeto profundamente al Papa en calidad de cristiano, persona, erudito y representante espiritual. Respeto profundamente a toda la gente que ha ido a verle. Deseo que su gesto haya sido recompensado y hayan experimentado la comunión fraterna de todos los asistentes, y les haya servido a todos para acercarse más a Dios y a profundizar más en la fe. Rezo por ello.
Pienso además, como no, que la Sagrada Familia es un templo digno de admiración (terrena), por su poderoso simbolismo, su belleza y la voluntad por la cual se está construyendo. Pienso que Gaudí fue un genio portentoso.

Hasta aquí mis razones directas.


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A continuación, pondré unas cuantas cosas puntuales a modo de reflexión desde varios puntos de vista:

- Una de las razones por las cuales se argumenta la necesidad del Vaticano como estado es la posibilidad de tener un miembro en la ONU además de estar presente en otras instituciones internacionales, con lo cual acerca el hecho cristiano al mundo. Estoy totalmente de acuerdo, lo que me pregunto es si no se podrían hacer tales cosas sin necesidad de un Estado.

-Jesús dice: Es más difícil que un camello pase por el agujero de una aguja que un rico (poderoso, honorable, noble, admirado, famoso) entre en el reino de los cielos. No es una imposibilidad, es una dificultad. Pero real. Creo que el modelo de Iglesia debería cambiar para servir mejor a la gente.

-En contra de mi anterior frase: Jesús no hace caso cuando Judas Iscariote le recrimina acerca de la mujer que utiliza un caro perfume en los pies de Jesús, argumentando que podría usarse su valor para dar dinero a los pobres. Jesús dice que los pobres siempre estarán pero él no. Sin embargo pienso que aquí Jesús se refiere a ir a los pobres desde el punto de vista de Dios (Jesús), sin dejar a Éste de lado, no a "olvidarse un momento" de los pobres para poder también "adorar" a Jesús.

- Sin embargo, a todos aquellos que dicen que para el Papa se ha gastado demasiado dinero y recursos, también me gustaría que reflexionasen qué hubiera pasado si en lugar del Papa hubiera sido Obama, por ejemplo. Probablemente mucho más dinero, más cenas caras y más seguridad. Así que, haberlo, hay para todos.

-Por otro lado, todo el mundo ha puesto el grito al cielo por la "sorpresa" cuando el Papa ha criticado el laicismo y anticlericalismo español y lo ha comparado con "los años 30". Me pregunto yo... ¿dónde ven la polémica o la sorpresa?
Todo esto es absolutamente cierto, el Papa no ha dicho nada de Zapatero directamente, ni de su gobierno, ni tampoco se ha metido con ningún regimen político, ni ha criticado la República de los años 30 ni mucho menos ha defendido el franquismo, lo único que ha recordado es que por aquella época a unos cuantos se les fue la pinza y empezaron a torturar y asesinar sacerdotes, monjes y monjas, siendo esto una radicalización de un sentimiento anticlerical. Sin ser actualmente nada de esto, sí que es verdad que el sentimiento anticlerical persiste, aunque esta vez la mayoría de las ocasiones desde un cierto respeto. Que haya exagerado al comparar unos hechos violentos con la actualidad pase, pero en fin, que parece que la gente busca más de la cuenta.

-Alguien también ha dicho que tanto criticar el laicismo español cuando España da dinero a la Iglesia. Y yo me pregunto... ¿qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Una cosa son leyes y política y la otra son las personas. El laicismo criticado por el Papa es el laicismo mal entendido, irrespetuoso, intolerante e injusto de aquellos que critican por criticar sin base sólida o desde un punto de vista cerrado y parcial. A los ateos respetuosos no los critica el Papa. Y si se puede criticar la Iglesia cuando es intolerante, ¿no se puede hacer lo mismo al revés? Sobre la financiación de la Iglesia, es un tema que debe ser tratado en política, siendo muy consciente que no tendría que haber ningún problema "de fondo" para la autofinanciación, porque la fe no tiene por qué depender del dinero. Problemas "menos de fondo" habría, naturalmente, pero eso se puede tratar poco a poco.

- A pesar de ser algo programado y pensado al milímetro, no está de más recordar que el Papa ha encontrado tiempo para visitar a una institución de enfermos discapacitados, un acto de proximidad no muy común. También ha ensalzado el arte y ha pedido por la ayuda a los países pobres. Y sí, a pesar de lo rico que es el Vaticano (y que yo critico), la Iglesia hace mucho, mucho, por los pobres.

- El Papa ha defendido la familia tradicional, la lucha por la vida y demás, temas muy trillados que enseguida hacen saltar a gays y lesbianas y a proabortistas o proeutanásicos (sin haber hablado directamente de ellos). Pero estamos donde estábamos antes: el Papa tiene unas convicciones profundas sobre esto: considera que la familia es más perfecta (hay un amor más verdadero) si es la tradicional, y por otra parte se opone a cualquier forma de acabar con la vida. Esto en sí mismo no es malo, aunque quizá precipitado como "dogma". Estas convicciones son ya sabidas desde hace tiempo, y cada vez que salen a la luz, como pinchan a ciertos colectivos, pues la gente salta. Y está bien que salte, porque así se obliga a reflexionar, pero no solamente en una dirección. La jerarquía debe reflexionar sobre la realidad de la calle, pero los que critican harían bien de reflexionar sobre la parte de verdad que tienen todas las afirmaciones papales.
La conciencia de cada uno es lo que al final importa ante Dios: teniendo esto muy claro, es mejor recoger lo indudablemente bueno de tales sentencias papales (voluntad de un amor verdadero dentro de la familia, en lugar de familias desestructuradas que conllevan desastres matrimoniales e hijos problemáticos, y un canto a la vida y a la mentalidad responsable ante los progresos de la técnica); y poner en el saco "ya se irá viendo más adelante" los temas más espinosos (¿no existe amor verdadero en una familia monoparental? ¿todos, absolutamente todos, los casos de aborto o eutanasia, son una falta de amor?). Volvemos a lo de siempre: la proximidad cambia a las personas. ¿Qué se puede pedir a personas que no viven en las calles normales... porque ni siquiera pueden?

- Joan Solé, un misionero de la diócesis de Girona se encuentra actualmente en el Togo. Tiene un blog en el que va colgando sus experiencias (cuando puede). Ayer envió un texto "salido del alma", sin revisar ni corregir, tal como le vino a la mente y producto de su vida diaria. Parece un texto sin esperanza, pero detrás hay un ánimo de lucha incansable. Solamente una reflexión... si él, estando dónde está, no es capaz de "conectar con la realidad" de sus vecinos... pienso que la alta jerarquía eclesiástica lo tiene muchísimo más difícil.
Comparto algunos fragmentos (traducidos del catalán):

Llego a casa y me encuentro con un joven que me espera. Lo han expulsado de la escuela porque no ha podido pagar la inscripción. Le faltan 10 euros, ¡un auténtico dineral! Me pide ayuda, pero le digo que ya no puedo ayudar a más gente, que él no se encuentra en los límites parroquiales y que no sé quien es. Antes de ayudar a alguien, le enviamos nuestros responsables de barrio, que nos dicen si nos engañan o no, pero como vivimos en otro barrio no podemos verificarlo. Se va y yo voy a preparar lo que me falta para ir a clase [a hacer de profesor]. Quince minutos más tarde, cuando salgo, lo encuentro aún en el portal, mirando la caretera. La mirada perdida, no sabe dónde ir, lo veo ir hacia la izquierda, hacia la derecha, vuelve a quedarse quieto. No tiene horizonte. No ve ningún tipo de futuro. Con todo, yo no le puedo dar el dinero así como así, porque sino se me llenará la casa de gente. No sé qué hacer, voy para coger la moto y veo que está muy sucia. Lo llamo y le digo que le doy trabajo si quiere, me puede limpiar la moto. La expresión le cambia de golpe. Voy dentro de casa para buscar una esponja o algo para limpiar, y cuando salgo me doy cuenta que se ha sacado la camisa y que me está limpiando la moto con su camisa. Siento vergüenza. Le pago una parte de la inscripción, que ya es mucho, y me hace reverencias para agradecermelo. Se va, decidido hacia el instituto. Ha recuperado el horizonte. Pero yo lo veo cada vez más diluído. 
Cojo la moto para ir a dar clase en el Instituto. La moto se para unos metros más adelante porque ha entrado agua en el carburador. Justo enfrente está la policia haciendo un control. Todo el mundo me ayuda. Me saludan y me preguntan dónde está el problema. Doy la vuelta para volver a casa y detrás mío pasa una moto en malas condiciones. La paran. No tiene matrícula. Nadie le ayuda, y la policía se pone severa. Nadie le ayuda porque él es pobre. Yo soy rico. Yo no soy uno de ellos.
[...]
Y me voy a casa. Y yo tengo luz. Y fuera hay tres jóvenes en un rincón aprovechando la luz del portal, cuatro más cerca de la luz que hay en la puerta de la cocina, y otro pequeño grupo enmedio. Estudiantes que no tienen electricidad en su casa y que aprovechan esa luz "robada" para estudiar, para aprender, para labrarse un futuro, pero yo, incluso, tengo un ventilador...
Y me conecto a Internet, porque hoy funciona bien. Y me entero de la visita del Papa a Barcelona, me entero que han ordenado obispo a Mn. Xavier Novell a quien envío un abrazo y una felicitación, me entero que en los Estados Unidos no le han ido muy bien las elecciones a Obama... pero no sé a cuantas casas de la parroquia hay gente que se lo pasa mal, ni qué le ha pasado por la cabeza de mucha gente a la que he saludado. Tanta gente con quien comparto el lugar, el espacio, la palabra, pero con quien no acabo de compartir la vida. Y no sé cómo, y me siento atrapado. Y me pongo a rezar y a pedir entendimiento.
[...] vuelve a resonar una y otra vez la misma frase del evangelio: Ve, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Después ven y sígueme. ¿Pero qué quiere decir darlo todo? Si me pongo a vivir como ellos, en cuatro días estaré enfermo y tendré que volver. Si no quiero seguir con mi bienestar, en qué los ayudaré a ellos? El ideal no es que yo pueda vivir como ellos, sino que ellos puedan vivir como yo. Pero... Señor, cómo? Y sé que mientras, en algún rincón cerca de casa, un niño llora porque no ha encontrado nada que comer. Y algún adolscente se enfada porque tampoco lo comprende. Y alguna madre, con el niño en sus brazos, se pregunta si mañana seguirá vivo. Y...


Simplemente brutal. La pregunta es... ¿cuánta gente cristiana europea se pregunta todas estas cosas? ¿Cómo debería cambiar la Iglesia para favorecerlas? ¿En qué va bien? ¿En qué va mal?


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Para finalizar, un poco de humor, que siempre viene bien. La traducción, abajo:



Pancartas en catalán, traducidas:

VPC: Queremos Papas catalanes
CIU: Sonríe al Papa
La Catalunya que va al cielo
Viva las raíces cristianas de Catalunya
Visitad www.CatalunyaReligio
Esto es más que un club
Autobús: Dios existe, ergo vota a e-cristianos
¡Queremos sacerdotisas!
Gaudí en el cielo: Nunca hubiera pensado que construiría este decorado.
Fotógrafo: Venga, ¡la foto! ¡Luíííís!
Hombre de la alcantarilla: Vaya! Yo me vuelvo al túnel, no hay tantas vibraciones.
Espontáneo catalán de Eurovisión (Jimmy Jump): Ay si pudiera ponerle la barretina...
Papa: He estado todo con todos.

domingo, 24 de octubre de 2010

La leyenda de Aang, el último maestro del aire

El año pasado puse mis opiniones sobre una serie de mi infancia llamada Conan el niño del futuro. En mis opiniones puse cuatro cosas que sorprendían de esa serie:
1. Su calidad técnica
2. El tratamiento de la historia
3. La immersión en la historia
y por último...
4. ¿Por qué demonios no hacen ahora series así? (refiriéndome a su tratamiento de los valores y su honradez).


Pues bien... por fin, y con gran sorpresa, puedo tragarme felizmente mis palabras.
Hoy os hablaré de 


AVATAR, LA LEYENDA DE AANG, EL ÚLTIMO MAESTRO DEL AIRE

(The Last Airbender)

Características técnicas:
Avatar, La leyenda de Aang
  • Creada por: Bryan Konietzko y Michael Dante DiMartino
  • País: Estados Unidos (aunque la animación es en parte coreana).
  • Episodios: 3 temporadas organizadas como si fueran libros (cada episodio sería un capítulo)
    • Libro 1: El Agua
    • Libro 2: La Tierra
    • Libro 3: El Fuego
  • Cadena original: Nickelodeon
  • Calificación por edades: +10
  • Fechas de emisión: 21 de febrero de 2005 a 19 de julio de 2008
  • Premios (en letra minúscula para ocupar menos espacio):
Premios                                                                                                                                                                                 Resultado
Premios malditosinella 2005:
Mejor acción/Serie de TV de Aventura                                                                                                                        Ganador      
Mejor serie de TV                                                                                                                                                               Ganador      
Premios Annie edición 33:
Mejor producción animada de televisión                                                                                                                    Nominado  
Mejor Storyboard en una serie animada de TV (El Desertor)                                                                                Ganador      
Mejor guión para una serie de televisión (Predicciones)                                                                                        Nominado  
Premios Annie edición 34:
Mejor personaje animado en una producción de televisión                                                                                  Ganador      
Mejor dirección en una serie animada de televisión (El Taladro)                                                                        Ganador      
Premios Annie edición 36:
Mejor serie de televisión animada para niños                                                                                                            Ganador      
Mejor dirección en una serie de televisión animada; Joaquim Dos Santos por El Cometa Sozin parte 3  Ganador                 
Premios Genesis 2007:
Programación infantil más sobresaliente (Los Días Perdidos de Appa)                                                            Ganador      
Mejor programa animado (La Ciudad de Muros y Secretos)                                                                                  Nominado  
Premio al logro individual; Sang-Jin Kim por El lago laogai                                                                                Ganador      
Mejor caricatura                                                                                                                                                                  Ganador      
Annecy 2008:
Mejor serie de televisión; Joaquim Dos Santos por El Día del Sol Negro parte 2                                          Nominado  
Premios Golden Reel edición 56:
Mejor edición de sonido en una serie animada (El Cometa Sozin parte 4)                                                        Ganador      
"Excepcionales personajes y sano respeto por las consecuencias de la guerra"                                              Ganador       

Argumento:

La historia transcurre en un mundo ficticio de influencia principalmente asiática, donde predominan las artes marciales y la manipulación de los elementos en combinación con el misticismo oriental. Es un mundo donde hay cuatro naciones (Agua, Tierra, Aire y Fuego) que viven en armonía, y en el que su gente es normal y corriente, pero hay unos cuantos que nacen con el capacidad del control del elemento a cuya nación pertenecen. El equilibrio es guardado por el avatar, que se reencarna cada vez que muere, un poco como el Dalai Lama. Cien años antes del inicio de la trama el último avatar, un maestro del aire, desapareció sin dejar rastro. La nación del fuego aprovechó para lanzar una ofensiva por todo el mundo y así gobernar bajo su signo las cuatro naciones. En el presente, Katara, una joven maestra del Agua de la tribu del Agua del Sur, y su hermano Sokka (que es normal, sin poder controlar los elementos) encuentran un extraño bloque incrustado en el hielo.
Mientras, Zuko, el príncipe heredero de la Nación del Fuego, ha sido desterrado por su padre. Junto a su tío Iroh recorre incansable el mundo para capturar al avatar y recuperar su honor.

De la serie se ha hecho una película con actores reales, dirigida por M. Night Shyamalan, cuyo argumento y tráiler comenté aquí. La película abarca la primera temporada (Libro 1: Agua) y es una adaptación bastante correcta (incluso impresionante en algunos aspectos) en lo que hace referencia a estética de personajes, paisajes y efectos especiales en los combates de control de agua, aire y fuego, y con una banda sonora que es poco menos que sublime y prodigiosa. Pero en cambio es una pésima adaptación en lo que hace referencia a la personalidad de los personajes, sus motivaciones y el interés de la trama. Así que a los que, como yo, solamente vieron la película y les pareció entretenida pero pasable, mirad la serie y no os arrepentiréis.

Opinión personal (sin spoilers):

Como ya he dicho al principio, esta serie me ha producido una sorpresa mayúscula. Quizá no sea tan... ¿nostálgica? ¿especial? ¿con el encanto? de la de Conan, pero tiene muchos elementos que la hacen una digna sucesora de su espíritu narrativo.

La serie de Aang a simple vista es una serie infantil sobre combates mágicos y control de los elementos, como tantas otras, en especial las japonesas (Naruto...). A pesar de su estética oriental no es un anime, sino que se trata de una serie estadounidense. Además, sus influencias místicas son más chinas y coreanas que japonesas.
Pero tras ese tono infantil desenfadado (sobretodo en la primera temporada), se esconde una serie bastante más profunda de lo habitual, que hace que sea plenamente disfrutable a edad adulta. A lo largo de tres temporadas los protagonistas recorren el mundo en plan viaje de aventuras (los capítulos, pese a ser la mayoría autoconclusivos, forman parte de una línea argumental, y por lo tanto no pueden "desordenarse"). Todo el viaje sirve para que Aang, el Avatar reencontrado bajo la forma de un niño de doce años que es maestro del aire, pueda aprender el control de los elementos que le faltan (agua, tierra y fuego; de ahí los nombres de las temporadas). Solamente el Avatar es capaz de controlar los cuatro a la vez y por lo tanto garantizar el equilibrio, además de ser capaz de establecer contacto con el mundo sobrenatural de los espíritus. El objetivo final de Aang es claro: lograr detener al Señor del Fuego y acabar con la guerra y recomponer el equilibrio del mundo.
A lo largo de estas tres temporadas, sin embargo, los combates son más espaciados de lo que suele ser habitual, dejando lugar a muchas situaciones más dramáticas, y obviamente también bastantes de cómicas. Si la primera temporada puede definirse como una serie cómica con elementos serios, la segunda y la tercera la convierten sin dudar en una serie muy "seria", aunque sin dejar de lado los elementos cómicos. El humor de esta serie no es el típico del anime (es uno de los aspectos donde se nota más), sino más bien irónico. Aunque Sokka y sus comentarios a veces pueden parecer algo "manga".

Para poner ejemplos de la trama, en sus capítulos se abordan los siguientes temas:

- El machismo y el papel de la mujer.
- Las discapacidades físicas y vivir con ellas con naturalidad.
- La ecología y el respeto a la naturaleza.
- La relación padre-hijo adolescente y cómo sobrellevarla.
- La guerra y sus motivos.
- La violencia y la paz.
- La venganza y el perdón.
- La sabiduría y el conocimiento.
- El mal utilizado contra el mal.
- La sobreprotección paterna.
- Las adicciones.
- Dilemas morales tipo: ¿hasta dónde llegarías para...? ¿hay una línea que no debe cruzarse? ¿qué es más importante, salvar a unos pocos a costa de unos muchos o al revés?,...
- La guerra y sus consecuencias, la miseria humana, la pobreza, los desheredados.
- El verdadero honor.
- La dictadura, el fanatismo y el adoctrinamiento, y sus consecuencias.
- Las "sociedades perfectas" que viven en la ignorancia, con la gente adormecida esperando que los de "arriba" se ocupen de todo.
- La aceptación personal, la búsqueda interna del propio "yo", la búsqueda del sentido de la vida, el contraste entre divertirse y ser responsable.
- El poder y la corrupción, y sus consecuencias.
- La amistad y la aceptación de los demás, incluyendo sus defectos.
- Y otros que seguramente me olvido.

Al final de la serie realmente has vivido tal cantidad de cosas con los personajes que los sientes próximos y familiares, amigos tuyos casi. Casi todos los principales han evolucionado, han pasado crisis, las han superado, y han crecido, y lo que es más importante, sin dejar de ser ellos mismos. Deja muy buen sabor de boca a nivel de moral y valores, incluso siendo una serie con combates y guerras. Una serie que a simple vista adolece de maniqueísmo (buenos contra malos), se convierte luego en una serie llena de claroscuros, donde incluso los más terribles villanos tienen sus dudas y problemas personales, y sus personajes buenos hacen cosas que no deberían hacer, con sus consecuencias siempre pesándoles luego en la conciencia.
Sin dejar de ser una serie infantil, punto importante a recordar para luego no sentirse defraudado, es mucho más adulta de lo que parece. Un breve ejemplo: recuerdo un capítulo en particular (la Titiritera, con ambientación de terror) que en dramatismo y juegos morales me recordó bastante a la película Seven, así que...

Por último, decir que pese a toda la reflexión, es una serie muy entretenida, con mucha acción también, y con combates muy bien realizados. Los maestros de cada elemento luchan según un patrón, movimientos y espiritualidad propios, así los del agua son movimientos fluidos, los del fuego son movimientos bruscos y poderosos... En particular, la batalla final de la tercera temporada es muy espectacular, tiene bastante poco que envidiar a los mejores momentos de Dragonball... no sé... Goku versus Freezer por ejemplo. La lucha con combinación de elementos llega a ser fascinante, en particular a mí me gustó la forma de luchar de los maestros de la Tierra, que son capaces de hacer con las rocas cosas increíbles.

Influencias (Wiki):


La serie es notable por presentar una extensa cantidad de mitología y arte asiático para crear un universo ficticio bastante completo. Aparte de los diseños Anime de los personajes, Avatar también tiene una mezcla de filosofía, religión, lenguaje, vestimenta y cultura china, japonesa, coreana, tibetana, india, mongol, y hasta inuit y azteca. Las influencias explícitas incluyen arte e historia china, hinduismo, Taoísmo, Budismo y yoga. El personal de producción emplea al consejero cultural, Edwin Zane, para revisar los guiones. Por ejemplo, muchas de las veces que se emplea la escritura, ésta se trata de auténtica caligrafía china clásica, y se respetan los estilos arcaico o administrativo según sea más adecuado en cada situación. La serie utiliza al caligrafista Siu-Leung Lee como traductor.

Por otra parte, los autores de Avatar son fans de Hayao Miyazaki y del Studio Ghibli. Esto se nota en muchos elementos. Appa, el bisonte volador de seis patas de Aang está inspirado en el Gatobus de Mi vecino Totoro
. Al final de la primera temporada hay una escena con Aang (que no aparece en la película) que recuerda muchísimo a otra escena de la Princesa Mononoke, también de Miyazaki. En un episodio de la segunda temporada aparece un ser que tiene un parecido con el SinCara del Viaje de Chihiro. Muchos de los temas tratados (la complejidad del bien y el mal, el respeto por la naturaleza...) también son usados de forma similar a cómo los utiliza el director japonés.
En palabras directas de los autores:
«El mejor animé es un balance entre secuencias de gran acción con humor y emoción, algo que tratamos de hacer en Avatar.
Nos gustan todas las películas de Hayao Miyazaki, especialmente El viaje de Chihiro y La princesa Mononoke.
Ambas películas se envuelven con la espiritualidad y el ambiente en una forma entretenida.
También, hay mucha animación».


Personajes:

Los principales, porque hay bastantes. Intentaré no dar spoilers:

Aang: Protagonista principal. Niño de 12 años biológicos (112 cronológicos, por pasar 100 congelado bajo el mar). Último maestro del aire y última encarnación del Avatar. A diferencia del Aang de la película, el de la serie es un niño normal (no un sabio reflexivo metido en cuerpo de niño como parece en la versión con actores). Como niño normal es muy divertido e infantil, ríe constantemente, es alegre y despreocupado, pero poco a poco irá combinando todo eso con sus responsabilidades y su aprendizaje de la espiritualidad, el control de los elementos y la sabiduría de la vida.

Katara: Chica de 14 años, última maestra del Agua de la tribu del Sur, puesto que la Nación del Fuego secuestró a todos los demás. Huérfana de madre por culpa de los invasores, odia a los maestros del fuego. Es cariñosa y amable aunque también le gusta mandar y hacer de "madre" de su hermano Sokka. A lo largo de la serie continuará mejorando su técnica y llegará a ser una gran maestra del agua.

Sokka: Chico de 16 años, uno de los principales alivios cómicos de la serie (en la película ni se ve esa faceta suya), con comentarios descacharrantes y un quejica redomado. No es maestro de ningún elemento y por lo tanto no controla nada. Es guerrero, también odia a la nación del Fuego y va armado con un boomerang. A pesar de ser pesado y a veces torpe, es un buen estratega y el que intenta que el grupo respete horarios y se organice. A pesar de no tener poderes, y por lo tanto verse eclipsado casi siempre por sus amigos, sus habilidades guerreras y estratégicas le hacen capaz de vencer algunas ocasiones contra enemigos mucho más poderosos que él. Es un entusiasta de la ciencia y los avances técnicos. Es capaz de interpretar cualquier mapa o plano.




Toph: Tiene 12 años. Aparece en la segunda temporada y se vuelve un personaje regular de la serie. Como aparece tarde no voy a contar spoilers. Simplemente es maestra de la Tierra y tiene una característica física bastante particular, tiene un caracter hosco y, al estilo House, brutalmente sincero. Es independiente y descarada.






Zuko: Príncipe de la Nación del Fuego, es un adolescente de 16 años completamente temperamental. Perdió a su madre en extrañas circunstancias, y también su honor delante de su padre, que lo desterró. Es rebelde y le gusta mandar y hacer lo que le venga en gana, y está obsesionado con perseguir y capturar al Avatar para recuperar el honor y aprecio de su padre. Es uno de los personajes con más profundidad psicológica de la serie, uno de los mejor tratados y más brillantes.


Tío Iroh (o General Iroh): Tío de Zuko, hermano del Señor del Fuego. Era el legítimo heredero al trono, que le fue arrebatado por su hermano Ozai debido a su fracaso como general en la conquista de la capital del Reino de la Tierra. Perdió a su hijo en la guerra y tiene una actitud paternal con su sobrino durante toda la serie, ya que lo acompaña en su búsqueda del avatar. Es un personaje a medio camino entre Tom Bombadil y Gandalf, un sabio regordete que se toma la vida con mucha tranquilidad y buen humor, que le gusta soltar frases sabias y refranes filosóficos y es un fanático del té, pero que esconde una seriedad y un poder ocultos. Sus momentos dramáticos son impactantes. Es uno de los MEJORES personajes con los que me he topado últimamente. Si algunos padres aprendieran de él quizá las relaciones con sus hijos mejorarían. Por cierto, el Tío Iroh de la película no se parece en NADA.


Ozai (Señor del Fuego): Padre de Zuko y hermano de Iroh, el principal villano de la serie, no se le muestra apenas hasta la tercera temporada. Frío, cruel y dominador, es un portentoso maestro del fuego.






Princesa Azula: Hermana de Zuko. Aparece en la segunda temporada y se vuelve recurrente. Es despiadada, cruel, bella y letal. Psicópata hasta decir basta, da a veces muy mal rollo. Es una experta maestra del fuego, en particular del ataque del rayo.






A parte de ellos, hay Appa, el bisonte volador, y Momo el lémur volador, criaturas fantásticas que acompañan a los progatonistas.



Hay muchos más personajes, muchos de los cuales son bastante importantes, pero con éstos basta para la ficha. Para los demás, ver aquí.

Puntos negativos de la serie:

No seré tan superficial como para defender la serie sin ver sus fallos. Tiene sus cosas malas. Una de ellas es quizá la primera temporada, bastante infantil sobretodo los primeros episodios. Otra es que hay algunos episodios de relleno a lo largo de la serie que son algo malos. En otras ocasiones, para poder tratar argumentalmente un tema determinado en un capítulo se fuerzan demasiado las actitudes de los personajes provocando que sean poco creíbles en algunos momentos, es decir, se nota que actúan así porque el guión del episodio lo requiere y no tanto por cómo son. Por fortuna no son demasiadas veces.
Quizá el final de la serie no sea original del todo, aunque es una serie de esas que más que el final, lo que importa es el camino y la aventura.
Hay algunos capítulos que rayan el surrealismo (véase el capítulo donde aparecen esos indígenas hippies... aunque luego tiene su gracia). Aunque curiosamente, uno de los capítulos más surrealistas (suelto spoiler pero no es importante para la trama) es uno en el que los protagonistas van de incógnito a un teatro de la nación del fuego donde representan las aventuras de ellos mismos pero en clave propagandística (y por lo tanto negativa). Curioso porque primero piensas que el episodio es una tomadura de pelo, pero luego vas viendo que es muy necesario que los protagonistas se vean a sí mismos de esa forma.

****

En definitiva, una gran serie, que me hubiera gustado mucho ver de pequeño, que no me he sentido idiota al verla de mayor y que la he disfrutado mucho. Y sobretodo: una digna serie que respeta la inteligencia pero a la vez transmite valores positivos, es entretenida y divertida, con mucha aventura y acción.