sábado, 24 de marzo de 2012

¿Ciencia ficción? ¿Fantasía? (III)

Después de la sequía bloguera, vuelvo con otra entrada sobre los espectáculos que nos depara la naturaleza (o la mano del ser humano), que a veces supera la imaginación de la ciencia-ficción.
Para recordar las otras entregas, aquí la primera y aquí la segunda.

1. Gran Fuente Prismática

Los primeros exploradores que pasaron cerca seguramente se quedaron pasmados al ver este lago de agua humeante pintado de colores brillantes situado en el Parque Nacional de Yellowstone en el estado de Wyoming en EEUU.
Se trata de la tercera mayor fuente de aguas termales del mundo, y la mayor de Estados Unidos. Los espectaculares colores se deben a las bacterias pigmentadas que crecen en películas biológicas alrededor de las aguas ricas en minerales. Las diferencias cromáticas resultan de la concentración de clorofilas o carotenoides en dichas bacterias, así como de la temperatura del agua. A lo largo del año las tonalidades varían, siendo más rojizas en verano y de un color verde oscuro en invierno.



2. Io

Imaginad un mundo sacado de Star Wars: una luna de fuego, con un aspecto parecido al mismo infierno, con volcanes en erupción y grandes explosiones de muchos quilómetros de altura, lagos de azufre fundido, calderas profundas y ríos de lava de centenares de quilómetros de largo.

Dejad de imaginar, existe, es una luna del planeta Júpiter, y se llama Io. Descubierta por Galileo el año 1610, de los cuatro satélites mayores (Io, Europa, Ganímedes i Calisto) es el más próximo al planeta.


Tiene más de 400 volcanes activos actualmente, siendo el objeto geológicamente más activo del Sistema Solar, más que nuestro planeta. Su actividad proviene de la fricción interna del satélite como consecuencia de los fuertes campos magnéticos de Júpiter.

Los volcanes de Io expulsan material a más de 300 km de altura, principalmente dióxido de azufre, siendo éste un vulcanismo bastante diferente del terrestre.


3. Salar Uyuni (o de Tunupa)

Situado sobre la cordillera andina a unos 3650 metros de altura, en el altiplano de Bolívia, es el mayor desierto de sal del mundo. Su superfície abarca 12000 km cuadrados y contiene unos 10000 millones de toneladas de sal, así como 5000 millones de toneladas de litio. Hace 40000 años había aquí un lago, y hace millones fue el fondo de un océano.


Es uno de los paisajes más surrealistas de la Tierra. En ciertas condiciones la única forma de saber dónde está el cielo y dónde la tierra es la fuerza de la gravedad ya que el salar se comporta como un espejo perfecto, dando imágenes tan espectaculares como éstas: