La Navidad (ampliación)
Los primeros cristianos no celebraban la Navidad, como ya comenté ayer en la primera parte del tema. Sabían mucho sobre los años de predicación de Jesús, así como de su muerte y solamente tenían presente el tema de la resurrección, pero sabían poco de su nacimiento o sus primeros años y no le prestaban atención. Además, por lo que he leído, los judíos no celebraban los cumpleaños, y no está de más recordar que los primeros cristianos, como Jesús mismo, eran judíos. Por todo esto, hay escasas referencias a los primeros años de Jesús en los Evangelios.
Sin embargo, hacia el siglo II dC la gente empezó a preguntarse más cosas sobre el nacimiento de Jesús, e incluso se elaboraron historias más o menos fantasiosas, contenidas en algunos de los evangelios apócrifos de esas fechas, que hablaban del niño Jesús y sus “milagros” ya de pequeño, un poco en plan “Superboy” podríamos decir. Uno de los evangelios apócrifos que los menciona es el Protoevangelio de Santiago.
En el siglo III aparecieron los primeros datos de la celebración de la Navidad en una festividad concreta, que como ya he dicho, se oficializó con San Juan Crisóstomo. En oriente se celebraba el 6 de enero la festividad de la Epifanía (“manifestación”) , que hacía referencia al bautismo de Jesús y también a la adoración de los Magos al niño, además de otras manifestaciones divinas de Jesús, pero no había un “día del nacimiento”.
Sobre las fechas, hay la problemática añadida del error del monje Dionisio, que empezó la terminología del Anno Domini (o Año del Señor), pero calculó mal los años del reinado de Herodes y por lo tanto Jesús no nació hace 2009 o casi 2010 años, sino casi 2016.
Acerca del mes de diciembre y el día 25, la hipótesis bastante extendida de la sustitución del dies Natalis Solis invicti romano por la Navidad (el día del nacimiento del Sol invicto, celebrado el 25 de diciembre y haciendo el paralelismo Sol=Jesús) también tiene algún inconveniente: los cristianos acababan de sufrir persecución por los romanos, así que parece poco probable que adoptaran fiestas paganas.
Existe una segunda hipótesis para la fecha del 25 de diciembre: Hay un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios en el que se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” Si la concepción fuese el mismo día que su pasión (25 de marzo), sumando nueve meses daría el 25 de diciembre como fecha de nacimiento. Curiosamente, en la tradición oriental ocurre algo parecido entre el 6 de abril según su calendario (pasión y muerte) y el 6 de enero (Navidad ortodoxa). La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia con la mentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí. Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán. De todas formas, esta versión también presenta otro problema, que ya mencioné ayer: la dificultad de un nacimiento en invierno y la poca probabilidad de la existencia de pastores durmiendo al raso (argumento que esgrimen también los Testigos de Jehová para no celebrar la Navidad, que no consideran que sea una fiesta cristiana).
En el siglo IV la Navidad se extendió por toda la cristiandad y en el siglo V ya fue casi universal. Durante la Edad Media se desarrollaron muchas de las tradiciones navideñas que aún se siguen manteniendo a día de hoy.
Hacia el siglo XVII, con la llegada de la Reforma Protestante y principalmente su sector puritano, se prohibió la Navidad junto con la mayor parte de fiestas cristianas en muchas iglesias protestantes, que solamente aceptaban como cristiana la fiesta de Pascua. En algunos países la Restauración del 1660 consiguió devolver la festividad, aunque de forma poco convincente. En muchos lugares de Inglaterra y Estados Unidos no fue hasta el siglo XIX que poco a poco la fiesta de la Navidad fue resurgiendo de las cenizas. Uno de los detonantes, sobretodo en Inglaterra, fue el libro Cuento de Navidad, de Charles Dickens.
Actualmente la Navidad religiosa se ha mezclado con la Navidad "cultural" de buenas maneras, pacifismo y promoción del ambiente familiar y alegre, y también con la Navidad más comercial, agresiva y fría, culpable del odio hacia estas fiestas que sienten muchas personas, en el más puro estilo Ebenezer Scrooge.
CONTINUARÁ...
P.D. Aquí viene otro villancico, cantado por unos ángeles muy pequeños XD (está sacado del youtube, no es mío):
vols venir tu, rabadà? (2)
-Vull esmorzar!
-A Betlem esmorzarem (2)
i a Jesús arribarem (2)
-I amb neu hi anirem?
-Per la neu, que pel camí hi ha (2)
la calor ja la fondrà (2)
-Oh, i la que fa!
-Apa, aixeca't, encén el foc (2)
i no anem massa a poc a poc (2)
-Massa que em moc!
-Tu les teies portaràs (2)
i el camí il·luminaràs (2)
-No ho faré pas!
-Que no saps que aquesta nit (2)
ha nascut Déu infinit (2)
-Qui t'ho ha dit?
Doncs un angel que, volant, (2)
ens ho anava anunciant (2)
No serà tant
La samarra portaràs (2)
i de neules l'ompliràs (2)
Jo no vull pas
Mai no acabes les raons! (2)
Doncs, me l'omples torrons. (2)
No són pas bons
En miquel, el teu cosí (2)
portarà un porró de vi. (2)
N'hi haurà per mi?
Cantaràs una cançó (2)
davant Déu fet infantó. (2)
Tot sol? no, no
Quins vailets, més espantats! (2)
Cantarem tots dos plegats (2)
L'orgue dels gats!
Doncs avant i no badem, (2)
que ja és hora que marxem. (2)
Cap a Betlem!
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